domingo, 30 de noviembre de 2008


Suena temprano el despertador quisiera quedarme en la cama y huir,me siento cansada, más rota que ayer tu sólo recuerdo me empieza a doler.

Día tras día me muero sin ti… amor…Día tras día me ahogo sin ti… amor…

Salgo a la vida intento cruzar el lago profundo de la añoranza, asomo las manos, comienza a caer una lluvia fina dentro de mi ser.

Día tras día me muero sin ti… amor…Día tras día me ahogo sin ti… amor…

De un corto vuelo me he ido a caer, hubiese querido quizás no volver,al pueblo en invierno, a mi soledad,a las aburridas tertulias del bar.Tu nombre es la vida, mi única luz,mis labios suspiran palabras sin fe,escucho paciente a mi corazón,le pido una cita, un tal vez , un porqué.

Día tras día me muero sin ti… amor…Día tras día me ahogo sin ti… amor…

El acertijo de quién fui es un enigma por resolver,vivo colgada de la última vez,me faltas tú para volver a ser alguien...


Me bailan las horas en el pantalón,descubro un vacío dentro de la piel,a medias con nada de vuelta de ayer,voy bajo las ruedas girando al revés.Perdida en la arena, en la espuma del mar,en la sala de espera de cualquier hospital, a golpes con todo para no variar no encuentro consuelo si sé que no estas.
Día tras día me muero sin ti… amor…Día tras día me ahogo sin ti… amor…Día tras día me muero sin ti… Día tras día me ahogo sin ti…

sábado, 15 de noviembre de 2008

EL INFIERNO ESTA LLENO DE BUENAS INTENCIONES


Una canción de "La Unión" dice que hay que tener amigos hasta en el infierno, pero que por tanto, el infierno debe estar lleno de amigos... ¿donde estabas en los malos tiempos?. El infierno está lleno de buenas intenciones.

Tener buenas intenciones o los mejores deseos hacia alguien o algo no basta, es una posición muy cómoda la de decir "te deseo lo mejor" a una persona que supuestamente se quiere, pero al mismo tiempo no mover un dedo por su bienestar. O sea, que al final es preferible que te sean sinceros y te digan : mira todo está bien pero no voy a hacer nada por ti y no darselas de generoso con un deseo en el aire , se entiende?.


La buena intención es que exista un camino al infierno y que esté lleno de buenas intenciones para que éstas te acompañen y te sirvan de guía para cuando quieras pasear por él, las buenas intenciones son atajos en el camino al infierno que te facilitan la llegada.


De todas maneras por no finalizar con mi tono pesimista habitual puedo decir que si que hay personas que aún no deseandote lo mejor verbalmente, si te ayudan, y lo hacen cuando menos te lo esperas y cuando más lo necesitas.... Gracias a todos ellos, quizás nos encontremos en el infierno, las mejores personas pueden encontrarse en los peores antros.

sábado, 8 de noviembre de 2008

EL HOMBRE DEBE SER EGOISTA


Aristóteles· Moral a Nicómaco· libro noveno· I· II· III· IV· V· VI· VIIVIII· IX· X· XI· XII ]
Moral a Nicómaco · libro noveno, capítulo VIII


DEL EGOISMO O AMOR PROPIO


Se ha preguntado si conviene amarse a sí mismo con preferencia a todo lo demás o si vale más amar a otro; porque ordinariamente se censura a los que se aman excesivamente a sí propios, y se les llama egoístas, como para avergonzarles por este exceso.


Realmente el hombre malo sólo obra pensando en sí mismo, y cuanto más malo se hace, más se aumenta en él este vicio, y así se le echa en cara que nunca hace nada fuera de lo que interesa a su persona. El hombre de bien, por lo contrario, sólo obra para hacer el bien, y cuanto más honrado se hace, tanto más se consagra exclusivamente a hacer el bien, y tratándose de su amigo, hasta se olvida de su propio interés.


Pero se dice que los hechos contradicen todas estas teorías sobre el egoísmo, y esto no es difícil de comprender. Se concede que debe amarse sobre todo al que es vuestro mejor amigo, siendo el mejor amigo el que quiere más sinceramente el bien de su amigo por este amigo mismo, aunque por otra parte nadie en el mundo deba saberlo. Pero estas son precisamente las condiciones que se cumplen cuando se trata de sí mismo, así como se dan igualmente bajo esta relación todas las demás condiciones, en vista de las que se define habitualmente el verdadero amigo; porque ya hemos sentado, que todo sentimiento de amistad parte ante todo del individuo para derramarse después sobre los demás. Los proverbios mismos están de acuerdo con nosotros; pudiendo citarse los siguientes: «una sola alma; –entre amigos todo es común; –la amistad es la igualdad; –la rodilla está más cerca que la pierna.» Pero todas estas expresiones manifiestan principalmente las relaciones del individuo consigo mismo.

Y así, el individuo es su propio amigo más estrechamente que ninguno otro; y es a sí mismo a quien sobre todo deberá amar.
Se pregunta, y no sin razón, cuál de estas dos diversas soluciones debe seguirse, ya que ambas nos inspiran igual confianza.
Quizá baste distinguir estas aserciones, y hacer ver la parte de verdad, y la especie de verdad, que cada una de ellas encierra. Si explicamos lo que se entiende por egoísmo en los dos sentidos en que alternativamente se toma esta palabra, veremos con la mayor claridad esta cuestión. Por una parte, queriendo convertir este término en un vocablo de censura y de injuria, se llama egoístas a los que se atribuyen a sí mismos la mejor parte en las riquezas, en los honores, en los placeres corporales; porque el vulgo siente por todo esto la más viva ansiedad; y como se buscan con empeño estos bienes considerados como los más preciosos de todos, son extremadamente disputados. Los que se los disputan con tanto calor, sólo piensan en satisfacer sus deseos, sus pasiones, y en general la parte irracional de su alma. Así se conduce la generalidad de los hombres; y la denominación de egoístas viene de las costumbres del vulgo, que son deplorables. Con justa razón se censura en este sentido el egoísmo.
No puede negarse que las más veces se aplica este nombre de egoístas a los que se entregan a todos estos goces groseros, y que sólo piensan en sí mismos. Pero si un hombre se propusiese seguir constantemente la justicia con más exactitud que ninguna otra cosa, practicar la sabiduría o cualquiera otra virtud en un grado superior, en una palabra, que no pretendiese reivindicar para el otra cosa que el obrar bien, sería imposible llamarle egoísta, ni censurarle. Sin embargo, este sería tenido por más egoísta que los demás, puesto que se adjudica las cosas más bellas y mejores, y goza tan sólo de la parte más elevada de su ser, obedeciendo dócilmente a sus ordenes. Así como en política la parte más importante en la ciudad parece ser el Estado mismo, y así como en todos los demás ordenes de cosas semejante parte constituye el sistema entero, lo mismo sucede con el hombre, y quien debería pasar por egoísta en primer término es el que ama dentro de sí este principio dominante y sólo trata de satisfacerle. Si se llama templado al hombre que se domina, e intemperante al que no se domina, según que la razón manda o no manda en ellos, es porque la razón aparentemente está siempre identificada con el individuo mismo. He aquí por qué los actos que parecen ser los más personales y los más voluntarios, son los que se realizan bajo la dirección de la razón. Es perfectamente claro, que este principio soberano es el que constituye esencialmente al individuo, y que el hombre de bien le ama con preferencia a todo. En este concepto podría decirse, que el hombre de bien es el más egoísta de todos los hombres; pero este egoísmo es muy distinto de aquel a que se da un nombre injurioso. Este egoísmo noble supera en tanto al egoísmo vulgar, como vivir según la razón a vivir según la pasión; y tanto como desear el bien a desear lo que parece útil.
Así todo el mundo acoge bien y alaba a los que se proponen elevarse por encima de sus conciudadanos practicando el bien. Si todos los hombres luchasen únicamente por la virtud y dirigieren siempre sus esfuerzos a practicarla, la comunidad entera vería en conjunto todas sus necesidades satisfechas; y cada individuo en particular poseería el mayor de los bienes, puesto que la virtud es el más precioso de todos. Se llegaría a deducir esta doble consecuencia: de una parte, que el hombre de bien debe ser egoísta, porque haciendo el bien, le resultará a la vez un gran provecho personal y servirá al mismo tiempo a los demás; y de otra, que el hombre malo no es egoísta, porque sólo conseguirá perjudicarse a sí y dañar al prójimo, siguiendo sus malas pasiones. Por consiguiente, en el hombre malo hay una discordia profunda entre lo que debe hacer y lo que hace, mientras que el hombre virtuoso sólo hace lo que debe hacer; porque toda inteligencia escoge siempre lo que es mejor para ella y el hombre de bien sólo obedece a la inteligencia y a la razón.
No es menos evidente y exacto que el hombre virtuoso hará muchas cosas en obsequio de sus amigos y de su patria, aunque al hacerlas comprometa su vida; y despreciará las riquezas, los honores, en una palabra, todos estos bienes que la multitud se disputa, reservándose sólo para sí el honor de hacer el bien. Gusta más de un goce vivo, aunque sólo dure algunos instantes, que un goce frío que dure un tiempo más largo. Quiere más vivir con gloria un solo año
que vivir muchos oscuramente; prefiere una sola acción bella y grande a una multitud de actos vulgares. Esta es indudablemente la causa porque estos hombres generosos ofrecen, cuando es preciso, el sacrificio de su vida. Se reservan para sí la más bella y noble parte y hacen con gusto el sacrificio de su fortuna, si su ruina puede enriquecer a los amigos. El amigo adquiere la riqueza, y él se reserva el honor, que es un bien cien veces mayor. Con mucha más razón hará lo mismo respecto a las distinciones y al poder. El hombre de bien abandonará todo esto a su amigo; porque a sus ojos el desinterés es lo más bello y digno de alabanza. Realmente no hay engaño en considerar como virtuoso al que escoge el honor y el bien con preferencia a todo lo demás. El hombre de bien puede llegar hasta reservar a su amigo la gloria de la ejecución; y hay casos en que es más digno dejar que haga una cosa un amigo, que hacerla uno mismo.
Por lo tanto, en todas las acciones dignas de alabanza el hombre virtuoso toma a su cargo siempre la parte más grande del bien; y así es, repito, como debe un hombre saber ser egoísta. Pero es preciso librarse de serlo como se entiende y lo es el hombre generalmente.

martes, 30 de septiembre de 2008

ENCHUFISMO



-“No lo entiendo. No tiene ni idea de …, siempre llega tarde y se aprovecha del trabajo que hacemos los demás. ¿Cómo han podido contratarle?.”-”No le des más vueltas. Es el sobrino del subdirector”.


Este diálogo refleja parte de la incomprensión y frustración que viven algunos trabajadores cuando descubren que en su empresa más de uno ocupa un asiento inmerecidamente, puesto que ha sido colocado allí a dedo. Si el enchufado es incompetente y está en el mismo nivel jerárquico, siempre jugará con ventaja a la hora de optar a ascensos
o aumentos de sueldo, si es un superior tendrá desorientado al equipo sin darles instrucciones coherentes, si es una persona bajo supervisión será difícil hacerle críticas y que esté abierto a correcciones.
Estas situaciones pueden generar gran impotencia en aquellos que trabajan junto a alguien cuyos méritos son “ser familiar o amigo de” y cuyo quehacer profesional deja mucho que desear, sobre todo si tienen que estar continuamente subsanando sus errores, esperando en segunda fila a que le asciendan, etc.


Mas esto no es un asunto de ahora, el enchufe siempre ha existido y siempre existirá. Hace unas décadas la mayoría de aprendices eran colocados en el taller del amigo de sus padres, en la empresa del vecino Sr. Pérez, etc.


Hoy el amiguismo adopta formas más sutiles que se concretan en las comidas de negocios, o en el “pásate por mi despacho a saludarme”, pero sigue sustentándose en el mismo principio de dar un privilegio a alguien simplemente por el hecho de conocerle. En la actualidad, el favoritismo se adapta a las tecnologías del siglo XXI y se sirve de Internet como instrumento para crear las llamadas redes de contactos (networking
), que son una vía más de adentrarse y avanzar en el mercado laboral con el “apadrinamiento de alguien del sector”.
Es una realidad tan atemporal y extendida que no sólo aparece en el terreno laboral, sino que tiene presencia en múltiples momentos de la vida cotidiana de los que todos, absolutamente todos, alguna vez hemos disfrutado: adelantar una cita médica, conseguir dos entradas gratis, descuentos en productos, acceder a un lugar sin esperar cola, etc., todo por mediación de amigos o conocidos. Podrían parecer cosas sin importancia para el que se beneficia de ello, puesto que el problema cobra mayores dimensiones para el que padece el enchufismo, para el que ve cómo otro le usurpa de manera injusta algo en lo que ha invertido tiempo y esfuerzo.


En honor a la verdad y volviendo al tema del trabajo, hemos de decir que también existen candidatos que, sumado a un curriculum
excelente y una cualificación destacada, acuden a la entrevista (informalmente concertada de antemano) con el añadido de “venir de parte de…”, “traer saludos y recuerdos de…” o “ser el hijo de…”. Es decir, que no dudamos de que haya gente que además de por favoritismo esté trabajando por méritos propios, y que ser predilecto le haya servido para sumar fuerzas. Pero el artículo de hoy queremos dedicarlo a los enchufados, sin destrezas ni competencias suficientes para desarrollar sus funciones en el día a día.

Este último tipo de privilegiados ineficaces pueden llegar a angustiar y quemar al empleado de los de “con el sudor de tu frente” que se ve obligado a compartir oficina diariamente con ellos. Si has sufrido o sufres las consecuencias nefastas de que enchufen a alguien negligente delante de tus narices, quizá puedan ayudarte algunas de estas pautas que a continuación pasamos a comentarte:


Renuncia a hacer de tu trabajo un eterno territorio de lucha y competición.

Nadie niega que sentirse atado de pies y manos y asistir al desfile de privilegios que disfrutan otros es sumamente frustrante, pero concentrarse en detectar todos y cada uno de los detalles (preguntando a terceros, contrastando rumores
) que corroboran que hay amiguismos es una tarea agotadora que te estresará y hará que tu mente se focalice día tras día en lo injusto, lo cual te hará sentir más impotente todavía. Por otra parte, algunos jefes pueden acusarte de contaminar el ambiente y verter rumores y comentarios despectivos sobre el apadrinado, con lo que la situación se volverá más en tu contra.

Potencia tus cualidades.Expresa tu malestar fuera del trabajo con amigos o familiares que estén fuera del entorno laboral, apóyate en ellos. No obstante, en algunas ocasiones la injusticia te afectará muy de cerca y verás pasar el ascenso que te habían prometido o los incentivos que pediste, mientras te argumentan que es cuestión de esperar al año que viene, cuando tú sabes que el enchufado se te ha adelantado. En ese caso, aunque parezca que poco puedes hacer, al menos concédete el derecho a expresar tu inconformismo. Aun sabiendo que eso no hará cambiar las cosas en el aspecto práctico, te hará sentir mejor contigo mismo.Cuando vayas a hablar con tu jefe
, el foco principal has de ponerlo en tus competencias, no en los déficit del favorecido. Ocúpate de que se valoren tus puntos fuertes, de aportar nuevas ideas y opiniones. La clave no es reclamar los privilegios que le están otorgando al otro por influencias, sino en reivindicar los tuyos propios, que no son más que la recompensa a tu trabajo. Evita en la medida de lo posible hacer alusión a tu compañero, pues serás tachado de envidioso.

No tires la toalla, la gente cualificada es indispensable.Si bien es cierto que mires a donde mires se ve el rastro de los que jugaron con ventaja, tanto en la empresa privada como en la pública, también lo es que las compañías quieren personas productivas y capaces; y si los protegidos no dan la talla, acabarán siendo excluidos de las decisiones importantes, aunque eso sí, seguirán apareciendo a tomar café, calentar la silla y extender la mano a final de mes.


Sacado de P. Cordoba

miércoles, 20 de agosto de 2008

EN NOMBRE DEL AMOR




¿Que podemos hacer cuando alguien cercano a ti siente el recelo, la sospecha o la inquietud de que la persona amada haya mudado su cariño hacia ti? No controla el rencor, la ira o el resentimiento y achaca todos los males al contrario o contraria en este caso, cuando el culpable es el amado, el objeto de su amor.

Imagina toda clase de males para la adversaria y la dibuja con un perfil negativo que justifica su resentimiento. Denigra a esta persona frente al otro, y le prohíbe que se acerque a ella desacreditándola y desprestigiándola.
Queremos preservar a la persona amada, que nos sea fiel, y a veces este concepto se confunde con el sentido de la propiedad.
¿Tenemos derecho a coartar la libertad del otro? ¿Podemos retenerlo a nuestro lado aún cuando sabemos que lo hemos perdido?

Pienso que la respuesta está clara. No obstante todavía muchas personas se obstinan en mendigar el amor que no reciben, el que ya de antemano perciben como extraviado. Se agarran a un clavo ardiendo en un intento desesperado por rescatar el amor que sienten pero el vestigio de este únicamente subsiste en su corazón.

Realizan un último intento desesperado por recuperar el recuerdo, la evocación de un enamoramiento que ya solo se mantiene por su parte pero que por parte del otro solo está en el baúl de los recuerdos.
Cuando sobreviene el desamor, ya ha transcurrido un camino muy largo y es difícil saber en que lugar y cuando se produjo el mismo, sin embargo éste es un hecho constatable aunque no fácilmente asimilable por el que todavía esta colgado.

El que cela inventa cualquier estratagema para que el otro permanezca a su lado, algunas de estas son: el chantaje emocional, posicionarse en el papel de victima, recriminarle al otro su actitud, su indiferencia y exigirle en nombre del sentimiento y la pasión que un día vivieron que modifique su conducta y la última y más importante: poner a caer de un burro a la que creemos que es su nueva venerada. Da igual que sea tu amiga, que te haya ayudado cuando lo hayas necesitado, que sea una persona generosa o inteligente. Siempre existe una forma de vilipendiar al otro, de desprestigiarlo o despreciarlo aunque posea un cúmulo de virtudes, ella se encargará de sacar a flote los defectos.
Luego supongo que se justifica la mala conciencia pensando que en la guerra y en el amor todo vale.
De todas maneras esto es la crónica anunciada de un desastre que acontecerá a corto plazo y que será inevitable: la ruptura


Como dice Ricardo Arjona: "quitate el complejo de teniente que el amor sin libertad dura lo que un estornudo"

domingo, 3 de agosto de 2008

EL DUELO


El destino es todo aquello con lo que te topas en el camino, personas, cosas, hechos que no puedes controlar: la muerte de uno o más seres queridos, una enfermedad inesperada, un despido, una pérdida de interinidad, un suspenso o una suegra ludópata que si pudiera embargaría hasta tu piso. Me he tropezado con todo esto y como consecuencia mi estado anímico está en su peor momento. No aguanto el ruido, me cuesta mantener una conversación que se alargue más de 4 0 5 frases complejas. Mi capacidad para la diversión y la relación se encuentra mermada. Cada actividad diaria supone para mí el mayor de los esfuerzos. Levantarme y pensar en el día a día, buscar trabajo supone un esfuerzo sobrehumano. Cuando pierdes la ilusión recuperarla y encontrar el motor para vivir no es nada fácil.
Estoy segura que si me mantengo en este estado salud, dinero y amor (relaciones de amistad y pareja) se verán afectadas. Me cuesta expresar todo lo que siento, esto se esta traduciendo en síntomas psicosomáticos varios: se me está cayendo el pelo a montones y me duele muchísimo el estómago, dos cosas que no me acontecieron nunca, mi pelo y mi estómago han sido de hierro hasta ahora.
Pasar el duelo no es nada fácil, sientes vacio y dolor incluso culpabilidad porque piensas que podías haber hecho algo para que esto no sucediera, se libera o desata una avalancha de emociones.
Parece que no es viable ni conveniente evitar este proceso, pero si es posible recorrer la senda del duelo de una manera más liviana.
Intentaré despedirme del ausente, aceptar la realidad y pedir ayuda sincera, y pienso que volveré a sonreir de la misma manera.

El dolor es tan profundo, tan desgarrador, tan fuerte, que no deja espacio para ningún otro sentimiento. Es de tal intensidad que no se puede soportar durante mucho tiempo.

Ahora se que el dolor es inevitable y que eludirlo o intentar anestesiarlo es un error, intentaré aliviarlo y que el tiempo curé la herida. Intentar despedirme, abrir los brazos y dejar partir. Necesito hablar de mi padre, para recordarlo y disfrutar reviviendo aquello que decía, las bromas que gastaba, no hablando de él no voy a conseguir eludir la tristeza. No hay reglas para llevar este dolor no quiero exigirme nada. Ahora tengo el deseo de cambiar muchas cosas en mi vida, mi entorno y no quiero estar pendiente de si la gente aprueba o no lo que quiero hacer para volver a conectarme con la vida.

Hay personas que nos hablan y ni las escuchamos; hay personas que nos hieren y no dejan cicatriz. Pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre. Así fuiste tu para mi papá apareciste el primer día de mi vida ya ahora que te has ido estarás conmigo siempre
.

lunes, 21 de julio de 2008

GLOBALIZACIÓN


Inmersos en esta nueva era de la globalización, donde nos cuentan que no existen fronteras, que cada dia los seres humanos estamos mas cerca, que no hay obstáculos por lengua, raza, etnia, religión...
Podemos , ahora más que nunca, viajar acercarnos a otras culturas y comprobar que nada ha cambiado que continúan las mismas desigualdades. En paises de África siguen muriéndose de hambre, continúa la explotación de hombres, mujeres y niños. A las mujeres se las sigue tratando como vulgar ganado,en paises arabes o en India, donde se las obliga a morir cuando son viudas y destinadas a ese lugar terrorifico, que no recuerdo el nombre, o de cuyo nombre no quiero acordarme. Alli no pueden rehacer su vida nunca más. O en África donde les extirpan el clítoris. En otros paises arabes se les obliga a llevar burka y a no ir nunca a una escuela.
En nuestro capitalista occidente conocidas marcas de ropa explotan a indios, sudamericanos o chinos para que confeccionen sus prendas en talleres donde los de las 8 horas laborales son una broma.
Lo que sucede es que cuando vamos a comprarnos unos pantalones que nos queden bien no pensamos en todo esto. Estamos muy ocupados ,en nuestro egocentrismo vanidoso ,en si nos quedaran ajustaditos y si vamos a estar muy guapos. Olvidamos nuestra lista de valores en un cajón ,el del obligado olvido , porque nuestro día a día tampoco es fácil y el sufrimiento aparece cuando menos no los esperamos. Por este motivo tenemos una venda en los ojos que a veces nos deja saborear pequeños momentos de felicidad, obviando el hambre, la miseria, las guerras, el maltrato, la insensibilidad, la barbarie ,la destrucción y nuestro propio fracaso