martes, 11 de septiembre de 2007

SEDUCCIÓN

Sometida a los dictamenes de su lascivo observador cada dia realiza un ritual de restauración anatómica que resulta agotador. Consume más de media hora en seleccionar el tipo de indumentaria que se colocara para tan magno acontecimiento. Al final la decisión se reduce al pantalón y camiseta más ajustada que tiene y con ellos la ilusión de un posible flirteo en menos de una hora.
Cuanto más se aproxima la hora del encuentro más se acelera su corazón, desde que le conoció las emociones le desbordan y su capacidad de autocontrol ahora mismo está mermada. Deseosa de encontrarse con su mirada esa que le devuelve la certeza que ansia, la mirada del anhelo carnal, la pasión encendida, el ardor del añorado contacto.
Juego de miradas y anhelos que se cruzan un dia más, pero que al final solo se quedan en eso; en el incipiente deseo frenado y frustado por la realidad que impone límites que solo la razón entiende.